domingo, 20 de mayo de 2007



Yo estube ahí...


baile en los tejados, volé sobre los techos,

me alumbraba la estrella triste que tintineaba su fábula de amanecer, en un vaivén negándose a desaparecer...

Me dibujé en tus ojos tristes,

respiré tu esfuerzo solidario; me hice parte de tu inocencia solo queriendo darse inocente

Me desperté con las flores que soñaban con el sol.

Pero me diste vuelta la página - me cerraste el libro de tu historia inconclusa...

me miraste con la noche en tus pupilas y tu espalda fué el saludo de tu estampa para no dar la cara y olvidar...

3 comentarios:

@micronauta dijo...

El libro nunca termina de escribirse, y creo que a veces un ir puede dar lugar a unir. Usa la distancia a tu favor.

Alejandro Silva dijo...

Tienes razón... es la distancia la que da lugar a unir y valorizar lo añorado

Juanjo dijo...

_pareciera que casi hablas pajaristico. me alegro por ti.
felicidades..
juanjo.